Como os contaba ayer, uno de los regalos que nos han traído los Reyes Magos en clase ha sido una diana (pincha
AQUÍ para ver la entrada). La hemos puesto en el rincón de matemáticas, y esta semana los niños/as han practicado su puntería. Hemos puesto una línea para marcar a qué distancia tienen que tirar, porque si no tiraban pegaditos a la diana (y acertaban siempre, claro).
De manera espontánea, un equipo decidió apuntar en una pizarra el número al que daban cada vez que acertaban con la bola en la diana. Escribieron los nombres arriba, y fueron anotando bajo cada nombre las puntuaciones que obtenían.
El siguiente equipo quiso hacer lo mismo. Pero ellos fueron escribiéndolo en horizontal a modo de suma. Cuando acabó el juego, me preguntaron ¿ahora cómo sabemos quién ha ganado?. Y les propuse hacer un recuento: sacamos un bote con tapones y unos platos, y cada uno fue cogiendo tantos tapones como puntos había conseguido. Contaban cuántos tapones tenían en total, y esa era su puntuación final. Y el que más puntos tenía, era el ganador.
Y así es como este juego que en principio puede parecer sólo para practicar la puntería y la identificación de números del 1 al 5, se ha convertido en un juego para practicar la escritura y las sumas. ¡Y se lo pasan genial lanzando a la diana!
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