15 de junio de 2017

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS (ORALES)

Uno de los contenidos trabajados este curso, siguiendo el método ABN (Aprendizaje Basado en Números) ha sido la resolución de problemas orales. En el método ABN no se realizan cálculos si no tienen detrás un problema que les dé sentido; es a través del planteamiento de situaciones problemáticas como se introducen las operaciones de suma, resta, multiplicación y división. Al hablar de “operaciones” no me refiero al formalismo de los algoritmos clásicos. De hecho, debemos nombrar lo menos posible los nombres de las operaciones, y centrarnos en que sean capaces de desenvolverse con acierto en situaciones problemáticas y desarrollen herramientas de cálculo potentes.

Os pongo como ejemplo algunos de los problemas que los niños/as resuelven a diario sin dificultad, y sin preocuparse de si están sumando, restando, multiplicando o dividiendo. Simplemente yo les planteo una pregunta, y ellos hacen las transformaciones necesarias con los números para encontrar la respuesta correcta.
  • SUMAS:
Son muchas las situaciones de suma que se plantean a lo largo del día: cuando contamos los niños y las niñas que han venido al cole todos juntos, cuando juntamos las frutas que tenemos en un plato con las que tenemos en otro, cuando en la recta numérica un niño se pone por ejemplo en el 5 y da 3 pasos más… Y aunque la palabra “suma” no solemos usarla, estamos empezando a generalizar que al escribir lo que hacemos, en medio de los números ponemos una cruz así “+”. Y ponemos énfasis en el vocabulario: juntar, tener más…
  • RESTAS
El encargado o encargada pasa lista. Cuando termina, le pregunto: ¿cuántas niñas hay en casa? “1”. Entonces, ¿cuántas niñas han venido al cole? Y sin dudar, me responde “9”. ¿Cómo lo sabes, si no las has contado? “Porque cuando están todas las niñas son 10 y como hoy falta 1, tengo que quitarla”.

Responden con la misma lógica si han faltado 2, y pregunto ¿cuántos niños y niñas han venido hoy al cole? y me responden “18”. ¿Cómo lo sabes? “Porque en clase somos 20, y como faltan 2, tengo que quitarlos: 20 – 19 – 18”. Algunos cuentan para atrás sin problemas, otros se apoyan de los dedos, o de la recta numérica de la pared (que de momento llega al 20)… da igual la estrategia que usen, lo importante es que entienden la situación que se les plantea, y entienden lo que están haciendo con los números para resolverla.

En ningún momento nombramos si están restando o qué operación resuelve el problema porque para ellos, no hay ninguna operación, sólo están usando la lógica. Y si lo pensáis bien, 10 – 9, 20 – 2… ¡estamos hablando de “restas con llevadas” en 4 años!

Estos cálculos solemos representarlos en dos sartas de tapones que tenemos en la asamblea. Cada 10 tapones hay uno de distinto color, para destacar las decenas. En el de los azules representamos a los niños y en el de los verdes a las niñas.
Hoy han venido 10 niños y 8 niñas.
  • MÁS RESTAS:
Hace poco surgió una situación de las que dejan con la boca abierta. Estábamos preparando los deberes, les repartí las carpetas que teníamos en clase y las fueron poniendo en el suelo. Cuando las habíamos repartido todas, vimos que faltaban muchas, y les planteé un problema: “si en clase tenemos 14 carpetas, ¿cuántos se han dejado la carpeta en casa?”. ¡Fueron varios los que enseguida respondieron que 6! ¿Cómo lo sabéis? les pregunté, sorprendida. “Porque en clase somos 20, y para llegar del 14 al 20 faltan 6” me respondieron, señalando la recta numérica de la pizarra. No me digáis que no es increíble…
  • MULTIPLICACIONES:
Cuando hacemos actividades de dobles (puedes verlas pinchando AQUÍ), estamos sentando las bases de la multiplicación por 2. Los patrones de las formas numicon también ayudan a crear la imagen mental de la “tabla del 2”. Y si les planteo problemas del tipo: “Si cada niño del equipo tiene que coger 2 cartas, ¿cuántas cartas necesitamos?”, muchos niños/as de la clase son capaces de responder que necesitamos 10, porque en el equipo son 5. Y aunque no nombremos la palabra “multiplicación” en ningún momento… es lo que han hecho para encontrar la solución al problema.
  • DIVISIONES:
Al igual que pasa con las multiplicaciones, cuando hacemos actividades de mitades (pincha AQUÍ para verlas) se están iniciando en la división entre 2. Y los niños muchas veces nos sorprenden al manifestar hasta qué punto generalizan los aprendizajes. Es lo que pasó el otro día, cuando en el desdoble de lógico-matemática estaban 9, y les dije que íbamos a repartirnos para hacer 3 juegos. Dos de ellos me dijeron sin dudar “3 en cada juego, seño”. ¿Cómo lo sabéis? les pregunté sorprendida. “Porque 9 son 3 de 3”, me respondieron señalando una de las tarjetas del cartel del Número Protagonista. ¡Me dejaron con la boca abierta!

Y esto es lo que me encantó del método ABN desde que lo conocí: que los niños/as comprenden las matemáticas, entienden lo que hacen, y lo generalizan a todo tipo de situaciones. Por eso les gustan tanto los juegos matemáticos, porque los comprenden. Y por eso, poco a poco están adquiriendo una competencia matemática que será muy buena base para el cálculo mental de cursos superiores.


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