- Tarros caza abejas (plantillas sacadas del blog Rincón de una maestra). Cada jugador tiene un tarro con la tapadera de un color. Ponemos insectos de colores boca abajo, y por turnos los jugadores tienen que tirar el dado, girar boca arriba tantos insectos como puntos le han salido en el dado, los que son del color de su tarro los caza y se los queda y los que no los pone otra vez boca abajo.
- El cazamoscas (adaptación de otra actividad del blog Rincón de una maestra). Es muy parecido al anterior. Cada jugador tiene un cazamoscas de un color (con velcro por detrás). Ponemos insectos de colores boca abajo (también llevan velcro, para que se peguen al cazamoscas) y por turnos, cada jugador debe golpearlos con el cazamoscas. Los cazados que sean de su color se los queda, y los que no los vuelve a dejar boca abajo.
En estos juegos se practica la numeración y el conteo de modo lúdico, pues están todo el tiempo contando y comparando cantidades (cuántos cazan, cuántos son de su color, cuántos dejan, cuántos llevan ya cazados, cuántos tienen unos más que otros...). Además, también se trabajan funciones ejecutivas tales como la espera de turnos, la atención, la memoria, etc. En cuanto a la atención y la memoria, ellos mismos se dieron cuenta de que si están atentos a los insectos de su color que los compañeros han puesto boca arriba y recuerdan dónde los han dejado de nuevo boca abajo, cuando sea su turno deben ir a por ellos y tendrán la caza asegurada.
Y un detalle que me pareció muy curioso: fijaos en la última foto cómo colocaban los insectos que habían cazado para llevar la cuenta y no tener que contar todo el tiempo: ¡¡siguiendo los patrones de las formas numicon!! Esto demuestra que están adquiriendo una "imagen mental" de los patrones de los números, lo que favorecerá muchos aprendizajes futuros.
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