Antes de que vuelvan del recreo, se coloca una de las ilustraciones de la boca de Flama en la puerta a modo de anuncio de la actividad. Cuando entramos del patio y se encuentran la puerta de clase cerrada y el cartel de la boca de Flama, ellos saben que tienen que colgar sus abrigos y hacer una fila para que la seño les coloque un colgante con un medallón cuando pasen por la puerta de uno en uno y en silencio. Han de ir de la puerta directos a la asamblea, y no pueden mirar el colgante hasta que se hayan sentado todos. Allí habremos colocado la secuencia de reglas, con el fin de recordar las reglas que hay que cumplir para jugar con Flama.
Cuando todos están sentados entonces pueden mirar su colgante, y solo el niño o niña que tenga la boca de Flama en primer plano podrá hablar, mientras que todos los demás (que tendrán la oreja de Flama en su medallón) tienen que permanecer en silencio durante los siguientes cinco minutos, escuchando con atención la conversación de la seño con el que tiene la boca de Flama. En este tiempo, le pregunta qué ha hecho en el recreo, con quién ha jugado, o también puede contarnos lo que quiera (cuál es su comida favorita, a qué le gusta jugar en casa...).
Para facilitar la gestión de los 5 minutos, utilizamos un mediador del tiempo. Algunas veces usamos un reloj de arena, y otras veces (cuando la conexión a internet nos lo permite...) la aplicación que ya he mencionado en alguna ocasión (puedes verla pinchando AQUÍ).
Aquí podemos ver el cartel de la boca de Flama y el reloj de arena. |
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