13 de julio de 2018

IMPORTANCIA DE LA PREGUNTA AL INVENTAR UN PROBLEMA

En una entrada anterior (pincha AQUÍ para verla) os contaba que en el método ABN existe una clasificación de los tipos de problemas que se plantean en el aula, y que dentro de los problemas de tipo aditivo encontramos los de cambio, de combinación, de comparación o de igualación. ¿Por qué es importante distinguir los distintos tipos de problemas? Pues para comprender el sentido 
del problema, saber lo que nos están pidiendo, y ser capaces de dar una respuesta correcta.

Os ponía en la entrada citada un ejemplo de problema de combinación de tipo 1, cuyo sentido es el de reunir dos partes para obtener un total. El ejemplo era: niños + niñas = total. Otro tipo de problema aditivo es el de cambio de tipo 1, en el que se parte de una cantidad a la que se le añade otra de la misma naturaleza. Esta es principalmente la diferencia entre estos dos tipos de problemas: la naturaleza de las cantidades. Con los próximos ejemplos lo entenderéis mejor.

En clase hemos realizado varias actividades para que de manera práctica los niños/as comprendan la diferencia entre un tipo de problema y otro. Os voy a poner un ejemplo: les planteé la suma 7 + 3, y les pedí que se inventaran un problema que se resolviera con esa suma. Quisieron hacerlo con frutas y cogimos la caja de frutas pequeñas, y conforme ellos iban planteando el problema el encargado ponía las correspondientes frutas. El problema que plantearon fue: "Tenía 7 naranjas y me compré 3 fresas, ¿cuántas tengo ahora?".
Muchos de ellos dijeron que 10. Pero yo les pregunté "¿cuántas qué?" y me dijeron "cuántas naranjas", a lo que respondí "entonces no son 10, son 7". Se quedaron muy sorprendidos, porque no entendían por qué no eran 10, si es la solución de 7 + 3. 

Esto me dio pie a hablarles de la importancia que tiene la pregunta en un problema, y la importancia que tiene no sumar sin pensar qué es lo que la pregunta nos está pidiendo. El problema que ellos habían planteado ("tenía 7 naranjas y me compré 3 fresas, ¿cuántas tengo ahora?") no es correcto porque no se sabe qué se está preguntando. Y si preguntamos ¿cuántas naranjas tengo ahora?, entonces no hay que hacer ninguna operación para dar una respuesta porque naranjas tengo 7, lo demás no son naranjas sino fresas. Para que el problema se resuelva con la operación 7 + 3, la pregunta debe ser "¿cuántas frutas tengo ahora?", y creamos así un problema de combinación de tipo 1: 7 NARANJAS + 3 FRESAS = 10 FRUTAS.

Si queremos preguntar por naranjas, podemos inventar un problema de cambio tipo 1: "si tenía 7 naranjas y me compro 3 naranjas más, ¿cuántas naranjas tengo ahora?" Sería el caso de la imagen siguiente:
Como veis, es muy importante que los niños/as sean capaces de interpretar lo que se les pide en los problemas, y de crear preguntas correctas cuando sean ellos los que los inventen. En casos sencillos como éstos, se introducen en estas diferencias.

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