Para el juego hemos usado dados de distintos tipos, platos de plástico y frutas pequeñas. El que comienza el juego, tira el dado y tiene que poner en el plato tantas frutas como indique lo que le haya salido. El que sigue el juego tira el dado, y tiene que conseguir tener en el plato tantas frutas como indique el dado, pero sin quitar las que ha dejado en el plato el compañero anterior. Para ello, tiene que responder a las siguientes preguntas:
- el número que te ha salido, ¿es mayor o menor que las frutas que hay en el plato?
- entonces, ¿tienes que poner o quitar? ¿por qué? (porque sobran/faltan).
- ¿cuántas tienes que poner/quitar? (y las pone o quita).
- por último, cuenta para comprobar si lo ha hecho bien.
FOTO 1: el primero tira el dado, le sale un 2 y como el plato está vacío, añade 2 frutas.
FOTOS 2 y 3: el siguiente tira el dado, y le sale un 8. Va contestando a las preguntas:
- ¿Es mayor o menor que el 2? Mayor.
- ¿Hay que poner o quitar? Hay que poner. ¿Por qué? Porque faltan frutas.
- ¿Cuántas hay que poner? Hay que poner 6 (este es el paso más difícil, y cada niño/a debe buscar su estrategia para averiguar los que faltan o sobran).
- Después de ponerlas, debe comprobar que lo ha hecho bien.
FOTOS 4 y 5: el siguiente tira el dado, y le sale un 4. Va contestando a las preguntas:
- ¿Es mayor o menor que el 8? Menor.
- ¿Hay que poner o quitar? Hay que quitar. ¿Por qué? Porque sobran frutas.
- ¿Cuántas hay que quitar? Hay que quitar 4.
- Después de quitarlas, debe comprobar que lo ha hecho bien.
Después de practicar el juego todos en la asamblea (como era el desdoble, tuvimos 2 grupos reducidos), se distribuyeron en parejas (y algún trío) en las mesas para seguir practicando ellos solos, ayudándose unos a otros a no olvidar las preguntas que debían responder para hacer bien el juego. En este caso cada pareja tenía un dado de los normales, por lo que jugaron con cantidades hasta el 6. (los dibujos de las manos de los dados anteriores los he sacado del blog de la maestra Mª del Mar Quirell, en este enlace).
Los días siguientes, han continuado practicando este juego en el rincón de matemáticas. Es un juego difícil, pero que les ha gustado mucho, y que les ayuda a practicar descomposiciones de los números y repartos inversos (dado el total y una de las partes, averiguar la otra parte), desarrollando el cálculo mental de modo lúdico.
Tan lúdico, que cuando les mandé recoger para lavarse las manos y almorzar... ¡se quejaron porque querían seguir haciendo matemáticas en vez de almorzar y salir al patio! Y es que las matemáticas pueden ser muuuuy divertidas.
Como final de la entrada, os dejo la frase que me dijo una niña de clase: "este juego es difícil y hay que pensar mucho pero me encanta porque cuando compruebo que lo he hecho bien, me da satisfacción". Esa es la "mentalidad de crecimiento" que se promueve con el Proyecto de Habilidades no Cognitivas: que sean conscientes de que esforzándose aprenderán todo lo que se propongan.
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