28 de diciembre de 2016

TARJETAS DE NAVIDAD

En la bolsa de trabajos del trimestre, entre otras muchas cosas, cada niñ@ se llevó una tarjeta de Navidad que hizo para sus familias. He querido escribir esta entrada sobre ellas para que veáis que las tarjetas tuvieron su historia...

La idea de hacer las tarjetas surgió para aplicar lo aprendido con los grafismos, y que vieran que estos trabajos sirven para algo (pincha AQUÍ para ver las entradas publicadas sobre ellos). En asamblea, recordamos entre todos los distintos grafismos que hemos aprendido a hacer, y cada uno debía elegir los que más le gustaran para decorar sus bolas de Navidad. Esto ya tiene miga, porque hemos hecho 7 grafismos diferentes, y debían elegir 3 antes de empezar a hacerlos... y este tipo de decisiones les cuestan, porque normalmente cuando van a hacer un trabajo son los adultos los que les dan instrucciones de cómo hacerlo, no suele ser decisión suya.

Para repartir las bolas, aproveché para introducir pinceladas del concepto MITAD: yo tenía cartulinas con 6 bolas cada una, que contamos y vimos que no cabían en la tarjeta (trabajamos así también la estructuración espacial). Entonces, les pregunté qué podíamos hacer, y me dijeron que podíamos repartir las bolas de cada cartulina entre dos niños. Les pregunté cómo podíamos hacer ese reparto para que los dos niños tuvieran las mismas bolas y que las tarjetas fueran todas iguales, y algunos se dieron cuenta de que tenía que darle 3 bolas a cada niño. Aproveché para decirles que eso es partir por la mitad: repartir algo en dos partes iguales.

El primer paso para hacer las tarjetas fue decorarlas: con rotuladores, cada uno hizo cada una de sus bolas con los 3 grafismos que eligió. Para mí, este fue el mejor momento de todos: verles cómo cada uno decide cómo quiere trabajar, qué quiere hacer, y lo hace libremente a su manera sin importarle lo que estén haciendo los demás. Y cuando ya las tenían, las picaron. Confieso que ellos querían recortarlas... pero me dio miedo que perdieran trozos de bola en el intento, jeje.
Con las bolas terminadas, las fueron pegando con pegamento de barra en una cartulina azul doblada (yo les indicaba dónde, para poder después pegar un hilo sobre cada una de ellas).

Para poner dentro FELIZ NAVIDAD, se me ocurrió usar los sellos de letras que tanto les gustan. Vimos en la pizarra las letras que tiene esta frase, vimos que son dos palabras distintas, hablamos de qué significa cuando le decimos este deseo a alguien... Y colocamos las mesas para estampar las letras dos equipos a la vez. Pero nos encontramos con dos problemas: el primero que solo tenemos un sello de cada letra, por lo que tenían que esperar a que cada letra diera toda la vuelta. Y el segundo, que al hacerlo ellos solos, les costaba colocar el sello en la dirección correcta, y algunas letras les salían del revés. Pero bueno, decidimos escribir FELIZ con sellos y NAVIDAD con rotulador, así no nos desesperaríamos tanto.
Cuando ya teníamos las tarjetas terminadas, añadimos un adorno: una estrella troquelada en cada esquina. Y al enseñarle a los niñ@s cómo las íbamos a hacer, me demostraron que el trabajo en matemáticas está dando sus frutos. Con la tarjeta cerrada, hice una estrella para que vieran cómo se hace. Y uno de ellos me dijo "cuando abras la tarjeta será como magia, habrá dos estrellas". ¿Serían capaces de averiguar los DOBLES de todas las estrellas que hiciera? Dicho y hecho:
  • "si hago otra estrella, cuántas tenemos?" Todos contestaron que 2.
  • "¿Y cuántas tendremos cuando abra la tarjeta?" Lo pensaron un poquito, y varios dijeron ¡4!
  • "¿y si hago otra, ¿cuántas tendremos?" ¡3!
  • "¿y cuando la abra cuántas tendremos?" Esto ya les costó más, pero varios dijeron ¡6! después de contar mentalmente.
  • "¿y si hago otra, cuántas tendremos?" ¡4!
  • "¿y cuántas tendremos cuando abra la tarjeta?" ¡Varios contaron mentalmente, y dijeron 8!
Pero no sólo eso, sino que les dije que ya no íbamos a hacer más, y un niño me dijo "haz otra, seño, que cuando abras saldrán 10". ¡¡De verdad que me llevé una gran sorpresa!! ¡¡Estos niños están aprendiendo mucho!!

Las estrellas al final tuve que hacerlas yo, porque la troqueladora estaba durísima. Y desgraciadamente, al abrir las tarjetas me di cuenta de que en algunas había troquelado los nombres...

Y cuando ya estaban terminadas, y estaban todas en el tendedero de clase para decorar... llegaron varios días de diluvio, y con él las goteras que inundaron nuestra clase. Y algunas de esas goteras fueron directas a nuestras tarjetas... y el agua borró el rotulador. Y algunas tuvimos que repetirlas deprisa y corriendo... Tanto que alguna salió del revés. Pero bueno, quedaron igual de bonitas.

Pues bien, así fue como hicimos esas tarjetas que os habéis llevado a casa. Como veis, han llevado trabajo... y los niños/as estaban muy orgullosos de ellas, porque había sido SU trabajo.

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