14 de enero de 2017

PROYECTO DE HABILIDADES NO COGNITIVAS: CREARTE (1)

En anteriores entradas, os he ido contando en qué consiste el Proyecto de Habilidades no Cognitivas en el que estamos participando, cuáles son las normas y rutinas de las sesiones, y cuáles han sido las primeras sesiones que hemos realizado (puedes ver las entradas pinchando AQUÍ). En esta entrada os voy a contar otra de las sesiones, titulada Crearte.

Las sesiones de Crearte consisten en talleres de arte, con la finalidad de desarrollar las habilidades no cognitivas de los niños/as. Esta primera sesión de este tipo tenía por objetivo tolerar la frustración a través del trabajo por turnos, y promover la atención y la participación individual y grupal.

En primer lugar preparamos ceras blandas de 3 colores: rojo, azul y amarillo. Cada niño/a eligió con qué color quería trabajar. A continuación, presentamos 3 músicas diferentes, una asociada a cada color, y una cuarta música común para todos los colores. Hicimos un par de pruebas de atención, en las que cada uno debía levantar la mano cuando sonara su música, para comprobar que habían asociado el color elegido a la música correspondiente.

A continuación, se sentaron alrededor de un papel continuo que habíamos preparado en el suelo y comenzó la actividad, que consistía en que cada uno debía pintar libremente en el papel continuo usando su cera cada vez que sonara la música asignada a su color, y también cuando sonara la música común para todos. Cada uno podía hacer lo que quisiera sobre el papel: hacer un dibujo, explorar con el color... lo que quisieran. Pero sólo cuando sonara la música de su color o la música común, cuando sonara la música de alguno de los otros dos colores, tenían que dejar de pintar y esperar a que volviera a tocarles el turno.
Como podéis ver en las fotos, poco a poco el papel se fue llenando de todo tipo de dibujos, y los niños disfrutaron muchísimo con la actividad. Disfrutaron cuando era su turno de pintar, claro, porque a algunos les costaba un poquito retirarse del papel cuando cambiaba la música y era el turno de que otros pintaran mientras ellos miraban... Fue curioso ver las estrategias que usaban para soportar esa leve frustración: unos miraban para otro lado, otros intentaban distraerse con otra cosa... Algunos incluso hacían como que no se habían enterado del cambio de música, y seguían pintando hasta que la maestra les recordaba "esta no es tu música"... jeje.
Buscando estrategias de distracción: miro para otro lado, me distraigo con lo que tengo cerca...
Finalmente, volvimos a la asamblea para analizar el resultado de nuestro trabajo grupal, y para repasar la actividad con preguntas del tipo ¿en qué teníamos que fijarnos para realizar la actividad? ¿ha sido fácil o difícil? ¿qué ocurre cuando no ponemos atención? Los niños/as manifestaron que les había gustado, y que lo más difícil no había sido esperar su turno, sino retirarse cuando era el turno de los otros.

Fue una actividad muy interesante, en la que todos respetaron a la perfección las reglas de comportamiento en estas sesiones (toda la actividad se desarrolló en un absoluto silencio), y disfrutaron realizando un trabajo conjunto a la vez que progresaron en el desarrollo de la capacidad para tolerar la frustración y para aceptar la espera de turnos.

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