28 de diciembre de 2023

EL DUENDE PEPITO

Con la llegada de diciembre, recibimos un paquete directo desde el Polo Norte:

Enseguida dijeron ¿será Pepito? (nuestro duende del curso pasado, puedes recordarlo AQUÍ). Abrimos con mucho cuidado el sobre, y ¡efectivamente, era Pepito! En la siguiente foto podéis ver sus caras de emoción al verle y los achuchones con los que le recibieron (al tiempo que le decían "¡cómo has crecido!") ¡esa ilusión e inocencia no tiene precio!

Pepito iba acompañado de una carta de Papá Noel, gracias a la que supimos que pertenece al Departamento de Elfos Observadores de Papá Noel, por lo que estaría hasta la llegada de la Navidad con nosotros para poder observar cómo nos portamos y contárselo a Papá Noel a su regreso. Además, la carta nos decía cuáles eran las normas para poder "adoptarle": no podemos tocarlo para que no pierda su magia y si lo tocamos, hay que cantarle Feliz Navidad para que la recupere. Además, Papá Noel le da permiso para moverse por la noche, y también para hacer alguna trastada... 

Al día siguiente, en la asamblea, quisieron que Pepito fuera el protagonista para analizar su nombre, y vimos que tiene 6 letras y 3 sílabas:

Durante todo el mes de diciembre, cada mañana nuestros niños y niñas han entrado a clase buscando a Pepito, deseando ver qué había hecho durante la noche, ¡les encantaba descubrir dónde estaba! Y es que Pepito se ha paseado por toda la clase...

Un día estaba durmiendo en la cuna de la casita:

Otro día estaba comiéndose un trozo de pizza. Le dijeron ¡hay que desayunar sano, Pepito!, así que otro día le encontramos comiéndose un cesto de fruta...

También le hemos encontrado subido al tubo de la luz de la asamblea o al de la calefacción (seguro que en clase hace mucho frío por la noche...):

Como ser duende es un poco estresante, otro día le encontramos dándose un baño en lo que los niños llamaron "un jacuzzi":

Como Pepito nos estaba cogiendo mucho cariño, un día nos dibujó un corazón:

Otro día, encontramos a Pepito en la plástica... ¡se había pegado gomets por todo el cuerpo!

Como algunos niños también han tenido duendes observadores en sus casas, un día recibimos la visita de uno de ellos para saludar a Pepito. ¡Le hizo mucha ilusión conocer a Roscón!

Otro día encontramos a Pepito cuidando a Mickey, que debía haber pasado mala noche, y le estaba poniendo el termómetro y una inyección:

Como Pepito nos ve en la asamblea jugar a colocar los números en la tabla numérica, él también quiso practicar... ¡pero se hizo un lío y le encontramos con todos los números tirados! Ese día le echaron una buena bronca por tocar las cosas de la asamblea, pero entre todos los volvimos a colocar en su sitio, y aquí no ha pasado nada... (así practicamos una vez más la orientación en la tabla):

Hubo una que les gustó mucho, y es que nos encontramos que Pepito había formado una guirnalda con las manos que habíamos hecho para el photocall navideño del colegio:

Pepito nos ayudó en una de las sesiones de robótica: teníamos que programar al Bee-bot para llegar hasta él (después tuvimos que cantarle Feliz Navidad por haberle tocado, para que no perdiera sus poderes):

El último día del trimestre, cuando entramos a clase no encontrábamos a Pepito por ningún lado. Estuvimos un buen rato buscando por todos sitios (hasta entraron al baño a ver si estaba haciendo pipí...), y ya pensábamos que se había ido sin despedirse cuando por fin le encontraron. ¡Se había escondido dentro del árbol de Navidad!

Nos reímos mucho viéndole allí escondido, porque su cabeza parecía una de las bolas del árbol. ¡Seguro que se había escondido porque no quería irse!

Ese día invitamos a Pepito a venir con nosotros a entregar nuestras cartas a los Emisarios Reales:

Ese último día antes de las vacaciones, cuando entramos del recreo encontramos a Pepito sentado en la silla de la seño con una carta. 

Era una carta de despedida, y os diré que cuando terminé de leerla, pude ver algunas lágrimas en los ojos de nuestros niños y niñas, emocionados por tener que despedirse de él. 

Nos gustó ver las fotos de la carta para recordar sus "trastadas", y todos quisieron darle besos y abrazos de despedida (cantamos Feliz Navidad después, claro):

Y antes de irnos a casa, quisieron despedirse de Pepito dedicándole el villancico que habíamos bailado en el Festival del día anterior:

Ha sido una experiencia muy bonita tener con nosotros a Pepito durante este mes, y ver cómo los niños y niñas se han esforzado por cumplir la norma de no cogerlo (poniendo en práctica así el control de impulsos y la regulación de la frustración), han practicado su curiosidad (buscándole cada mañana), la amistad (para ellos ha sido uno más de la clase), y han experimentado la emoción de despedirse de un ser querido (como os decía, fueron varios a los que se les saltaron las lágrimas al leer la carta de despedida). Ahora cuando volvamos de vacaciones, al igual que ocurrió el curso pasado, seguro que estarán un tiempo preguntando por él...

¡¡¡Te echaremos mucho de menos, Pepito!!!


AGRADECIMIENTO a Rebeca de @sentirparadescubrir, por publicar las plantillas editables de las cartas de adopción y de despedida, ¡nos han venido genial!


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