Pero ya estamos en 5 años, hemos trabajado mucho los repartos y descomposiciones (puedes ver AQUÍ la entrada donde os cuento muchas de las actividades que hemos practicado), y nos hemos basado en ellos para practicar de nuevo la actividad del SOL DE LOS NÚMEROS.
Hemos practicado varias veces esta actividad desde que hemos vuelto de las vacaciones. La primera vez fue en el desdoble de lógico-matemática con psicomotricidad, para presentarla con la mitad de la clase. Elegimos el 6 como número del que íbamos a hacer el sol, y la consigna era "encontrar cualquier forma de tener un 6". Al principio no entendían bien lo que les estaba pidiendo, pero poco a poco lo fueron intentando, y fueron diciendo combinaciones de dos números: 4+2, 3+3, 5+1..., que fuimos escribiendo a modo de rayos de nuestro sol.
Cada vez que alguien proponía una descomposición la hacíamos después con policubos para que los demás lo comprobaran de modo manipulativo y visual, pues no debemos olvidar que estamos en Infantil y no podemos exigirles un nivel de abstracción que aún no tienen. Cualquier actividad deben experimentarla primero, y poco a poco ellos mismos dejan de lado el apoyo manipulativo cuando ya no lo necesitan.
Cuando ya habían dicho todas las descomposiciones posibles con 2 sumandos, les propuse que siguieran separando policubos para ver qué sumas diferentes les salían. En resumen, las descomposiciones que hicimos fueron:
- primero con 2 sumandos: 6+0, 5+1, 4+2, 3+3.
- después, fuimos descomponiendo estos en otros más pequeños, y obtuvimos: 4+1+1, 3+2+1, 3+1+1+1, 2+1+1+1+1, 1+1+1+1+1+1 (las 6 unidades sueltas), 2+2+2 (hacemos parejas), 2+2+1+1.
Un ejemplo de las descomposiciones que hicimos con 6 policubos. |
A continuación, les planteé: "estas son todas las maneras de obtener un 6 con sumas, pero ¿hay más maneras de hacer un 6?". La mayoría dijeron que no, pero en los dos turnos hubo algunos que se dieron cuenta de que sí se puede. En el primer grupo, la explicación de una niña fue "si tengo 9 y te doy 3, me quedan 6". "¡Eso es verdad!" contestaron varios compañeros, algunos de los cuales lo comprobaron con sus dedos. Lo comprobamos con los policubos, y todos vieron que efectivamente era otra manera de tener 6. En el segundo grupo, un niño nos dijo "como al 6 le faltan 4 para ser 10, podemos poner 10-4". ¡Perfecto!
Les pedí entonces que buscaran otras maneras de tener 6 quitando, para lo que tenían que elegir números más grandes que el 6, y pensar cuánto tenían que quitar para quedarse con 6. En el primer grupo, que ya habían dicho 9-3, enseguida dijeron 10-4 (hemos practicado mucho los amigos del 10), y entonces hubo varios alumnos que me sorprendieron porque empezaron a decir, sin tener que comprobar nada con materiales: 11-5, 12-6, 13-7, 14-8... Les pedí que me explicaran cómo lo estaban haciendo, y uno de ellos explicó: "si tengo 9 y tengo que quitar 3 para quedarme con 6, cada vez que le ponga uno más al 9 tendré que quitar uno más para seguir teniendo 6". ¿No es sorprendente? Esto es lo que me encanta del método ABN: que los niños/as comprenden lo que hacen, no ven sólo números sino cantidades, y te sorprenden con razonamientos como éste. En el segundo grupo ninguno tuvo este razonamiento espontáneamente, pero en cuanto les mostré un ejemplo con los policubos, lo comprendieron y fueron obteniendo más restas de este modo.
A continuación, a ambos grupos les planteé otra manera de tener 6: "si tenemos el número 16, ¿qué tenemos que quitar para tener 6?". Enseguida varios dijeron que hay que quitar la decena, y escribimos 16-10 en nuestro sol. Les pedí entonces que eligieran una tarjeta de la pandilla del 6 (columna de números acabados en 6) de nuestro panel del 100, y eligieron el 26. Lo representamos con palillos, y pregunté: "¿qué quitamos para quedarnos con 6 palillos?" Vieron que había que quitar las dos decenas, y escribimos 26-6. Y de nuevo un niño me sorprendió diciendo "ya lo entiendo seño, ¿te digo otra? 96-90". Ahí queda eso.
Si formamos el número con palillos, pueden ver que hay que quitar las dos decenas para quedarnos con 6 unidades. |
Para terminar, algunos siguieron diciendo descomposiciones usando estas estrategias aprendidas: 46-40, 27-21...
Pues bien, después de esta explicación tan larga, pero que he creído necesaria para que entendiérais cómo hemos puesto en práctica esta actividad para que comprendieran bien cómo hay que hacerlo, estos son los dos soles que resultaron... que no están nada mal para haber sido la primera vez, ¿no?
Como os decía al principio, hemos practicado esta actividad varias veces. En los días siguientes, en el rincón de matemáticas hemos seguido jugando por equipos al sol de los números. La primera vez, yo estuve con ellos y todos realizaron el sol del número 5. Sacamos 5 policubos por si alguien necesitaba usarlos para buscar una descomposición (como he dicho, no hay que pedirles actividades abstractas a los que no estén preparados para ello). Algunos ya decían descomposiciones sin usarlos: las de 2 sumandos las recuerdan fácilmente, la de todas las unidades sueltas, la de hacer parejas (aunque en esta ocasión al ser impar sobra uno). También practicamos las opciones de la resta, en este caso usando palillos. Yo fui escribiendo las operaciones que ellos me decían, y los soles que resultaron fueron los siguientes (me faltó uno, que lo borraron antes de que le hiciera foto):
Y otro día volvieron a practicarlo por equipos en el rincón de matemáticas, pero esta vez ya lo hicieron ellos solos sin que yo les supervisara. Ellos buscaban descomposiciones, ellos las escribían. Y estos fueron los soles resultantes:
El tiempo en el rincón es breve y no les dio tiempo a mucho, pero como veis, ya son capaces de hacerlo solos. Esta puede ser una buena actividad para practicar en casa, y que sigan desarrollando su razonamiento matemático.
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