Os contaba ayer cómo iniciamos el trabajo con el Proyecto de centro dedicado a los medios de comunicación, escribiéndole cartas a los vecinos de enfrente de Infantil para pedirles permiso para ir a visitar a sus pavos, pues los oímos todos los días desde clase (puedes ver la entrada pinchando
AQUÍ).
Al final de la entrada, os enseñé la carta que nos trajo Lucía en la que los vecinos nos invitaban a visitar a sus pavos. A los niños/as les hizo mucha ilusión, y querían ir en ese mismo momento. Buscamos una fecha en la que tuviéramos un apoyo para ir, y lo apuntamos en nuestro calendario de la asamblea: iríamos el martes 24 de octubre. Esto nos vino bien para trabajar varios contenidos: todos los días contaban cuántos días faltaban para ir a visitar a los pavos (lo que les ayuda a progresar en el dominio de la cadena numérica), analizamos el número 24 (tiene 2 decenas y 4 unidades, es un número par porque si tenemos 24 objetos podemos hacer parejas, el vecino de abajo es el 23 y el de arriba es el 25... todo lo que se nos fue ocurriendo), trabajamos también el control de la frustración porque todos los días querían ir a ver a los pavos y teníamos que recordar que ese día no podíamos, y volver a contar los días que faltaban... Y es que la globalización de contenidos siempre está presente en los aprendizajes de Infantil.
Por fin llegó el día 24, y todos llegaron al cole nerviosos porque era el día de visitar a los pavos (incluso alguna familia me comentó que ese día su hija, nada más abrir los ojos, le dijo "hoy por fin vamos a ver a los pavos", jajaja). A las 10 o así, nos pusimos en fila por parejas y cruzamos con cuidado a casa de los vecinos. Antes de nada, les pedimos permiso para entrar. Los niños/as entraron nerviosos y emocionados, y Antonio, que es como se llama el vecino, nos llevó a donde estaban los pavos.
Los pavos estaban más asustados que los niños/as, y cuando Antonio quiso abrirles para que salieran... ¡ellos no querían salir! Tuvimos que escondernos en un lado para que no nos vieran y quedarnos en silencio, y entonces salieron. Los niños/as disfrutaron un rato corriendo detrás de ellos.
También vimos que los vecinos tienen gallinas, y pudimos acariciarlas y ver algunos de los huevos que habían puesto.
Los niños/as preguntaron sus dudas a los vecinos, como por ejemplo por qué uno de los pavos es blanco (que nos contaron que es la madre), por qué unos tienen la cabeza roja y otros azul (que nos dijeron que el que la tiene azul es porque se le sube la sangre a la cabeza), cómo se llaman las gallinas... También contaron cuántos pavos hay, ya sabéis que en nuestra clase lo contamos todo: hay 12 pavos en total.
Fue una visita muy divertida, y ahora todos los días cuando les oímos desde clase, los niños/as les dan los buenos días, y en la hora del recreo se acercan a la valla para saludarles.
Esta actividad ha sido muy motivadora, pues la meta de conocer a los pavos del vecino les ha hecho implicarse en su aprendizaje de qué es una carta, cómo se escribe, etc. En próximas entradas os contaré más acerca del trabajo en este proyecto de los medios de comunicación.
Como despedida, si pincháis
AQUÍ os saludarán los pavos...