En la primera sesión de este curso, recordamos las rutinas de las sesiones (cantar la canción de Flama, que puedes ver pinchando AQUÍ, recordar las normas de comportamiento en las sesiones, elegir al Ayudante de Flama y hacer su Lista de Cumplidos) y recordamos uno de los cuentos más importantes del curso pasado: el que nos enseña la regla de "enfriarnos" cuando estamos enfadados o rabiosos (pincha AQUÍ para ver la entrada del curso pasado). Recordamos igualmente que en casa tienen un cartel como el de clase pero más pequeño para recordar la regla de enfriarse (aunque algunos reconocieron haberlo perdido...).
La segunda sesión tenía por título NUESTRO CÓDIGO, y el objetivo era introducir el contrato de convivencia como uno de los elementos de regulación de las relaciones entre iguales. Este contrato consiste en que ellos deciden sus propias reglas de comportamiento en clase, son ellos mismos los que establecen qué hay que hacer siempre o qué no pueden hacer porque no les gusta que se lo hagan a ellos. Como materiales para esta sesión, teníamos un póster titulado "acuerdos de buen trato", en el que todos firmaríamos con nuestra huella cuando hubiéramos establecido nuestras normas.
En un primer momento, hablamos del vocabulario del póster. Hablamos de qué es un acuerdo, que muchos decían que es "cuando escribes algo en un papel para que no se te olvide" (se referían a un recuerdo, claro). Explicamos que un acuerdo es cuando decidimos algo entre todos, y nos ponemos de acuerdo en que siempre tenemos que cumplirlo. Hablamos de qué es el buen trato, y dijimos que son las cosas que hay que hacer para tratar bien a los demás y que los demás nos traten bien a nosotros. Y hablamos de que comprometernos quiere decir que cuando firmamos el cartel estamos prometiendo que vamos a cumplir los acuerdos a los que hemos llegado.
Por turnos, fueron opinando qué norma de buen trato pensaban que deberíamos tener en nuestro póster (unas en positivo y otras en negativo). Casi todas las que dijeron las teníamos en imágenes de Flama y sus amigos, y la que no teníamos la hicimos del mismo estilo (una norma clásica en nuestro colegio, "no tirar arena ni piedras"). Tener las normas en imágenes viene genial para facilitar su asimilación.
Al día siguiente, ya con las imágenes de las normas acordadas impresas, las recordamos y pegamos en el cartel. Y finalmente, todos firmaron con su huella al final de póster, con lo que todos nos comprometimos a cumplir las normas de buen trato acordadas.
Este tipo de actividades favorecen que los niños/as aprendan a ser responsables y a regular su propio comportamiento. En cursos próximos, incluiremos en el cartel las "consecuencias" que ellos mismos decidan que tiene el incumplimiento de estas normas de convivencia. Este año ya hemos hablado de las consecuencias de sus actos, de que las normas hay que cumplirlas no porque lo digan los mayores ni para evitar que les castiguen, sino porque son necesarias para mejorar la convivencia en clase o en casa. De este modo, poco a poco son capaces de anticipar las consecuencias de sus actos y hacerse responsables de ellos. Porque nuestro objetivo no debe ser que los niños/as sean obedientes y hagan todo lo que los demás les dicen, sino que sean responsables y vayan aprendiendo unas reglas de comportamiento que rijan su conducta ante cualquier ámbito de la vida.
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