4 de junio de 2019

CUENTO "1, 2, 3, ¡A CONTAR CACAS!"

Coincidiendo con la Unidad Didáctica "Los animales", durante el mes de mayo hemos realizado varias actividades de lógico-matemática a partir del cuento "1, 2, 3, ¡a contar cacas!" de la Editorial Bruño (autor Géraldine Collet, ilustrador Eric Gasté). Conocí este cuento, igual que muchos otros, en el IV Congreso Nacional Cálculo ABN al que asistí el pasado julio en Zaragoza, pues fueron muchos los cuentos que se presentaron para trabajar desde un punto de vista matemático (ya os hablé de nuestro trabajo con el cuento "Las 10 gallinas"). Para trabajarlo, descargué e imprimí los dibujos de los animales que encontré en el blog Un Mar de ideas (gracias Mar Quirell por todo lo que compartes).

Dedicamos una primera sesión a leer el cuento en clase. Es un cuento muy divertido, en el que se presenta la serie de los 10 primeros números asociada a las cacas que hace cada animal de los que aparecen en el cuento. La risa estaba asegurada... A continuación, en el rincón de plástica cada niño/a coloreó uno de los personajes del cuento (como ahora somos solo 10... había uno para cada uno). Y en el rincón de matemáticas jugamos con las fichas que también descargué e imprimí del blog citado anteriormente, en las que encontramos un decicubo en blanco junto a cada animal y debían poner en cada uno tantos pompones como cacas hace cada animal (así repasamos el cuento). Los pompones había que cogerlos con pinzas, para trabajar la motricidad fina.
Otro día, en el rincón de plástica hicimos una actividad que a los niños/as les resultó muy divertida: con plastilina marrón, cada uno debía hacer 10 cacas haciendo bolitas con los dedos (de nuevo trabajamos la motricidad fina). Cuando las tenían hechas, debían echarlas a un plato contándolas para comprobar que tenían 10.
Hubo cacas de todo tipo...
A continuación, en la asamblea hicimos la siguiente actividad: primero volvimos a recordar el cuento y fuimos poniendo cada animal bajo su número correspondiente. Y después, en una nueva lectura, por turnos fueron saliendo a poner a cada animal la cantidad de cacas que le correspondía. Aquí trabajamos también la estimación del tamaño, porque a los animales pequeños había que ponerles cacas pequeñas, y cacas grandes para los animales grandes... ¡Lo que nos reímos en esta actividad!
Interesante observar la disposición de las cacas: 4=2+2, 6=3+3, 9=3+3+3...
y las cacas del caballo, ¡disparando!
Al terminar, les surgió una pregunta: ¿por qué nos han sobrado cacas? Pues porque cada niño/a había hecho 10 cacas, pero no todos los animales habían puesto 10 cacas. Esto nos dio pie para preguntar por los complementarios de los números: ¿cuántas cacas le faltan por hacer a la hormiga para hacer 10? Como ha hecho 1, le faltan 9. ¿Y al gato? Como ha hecho 2, le faltan 8. Así sucesivamente, fuimos repasando los complementarios de los números para tener 10, y vimos que esas eran las cacas que nos habían sobrado.
Otro día, en el rincón de matemáticas volvimos a sacar las fichas de los decicubos de los animales, y en esta ocasión debían pegar junto a cada animal tantos gomets como cacas les correspondían y escribir el número. En la última de las fichas aprovechamos que sobraba espacio para hacer un "dictado de números" (ellos mismos comprobaron después en la recta numérica de la pared si los habían escrito bien o al revés).
 
En otra sesión, nos apoyamos en el cuento para hacer una actividad que empezó nuevamente estableciendo correspondencia número-cantidad (esta vez con policubos) y continuó con una actividad de ordenar e intercalar las cantidades formadas. Empezamos recordando el cuento (les encanta, podrían escucharlo mil veces y no se cansarían, y al ser rimado algunos ya lo van recitando al mismo tiempo) y poniendo de nuevo cada animal en su número correspondiente. Después, por turnos fueron haciendo una torre de policubos con las cacas que cada animal hace en el cuento (decían que por qué no teníamos todos los policubos marrones o negros...).
Cuando ya teníamos todas las torres de cacas, me dijeron "ahora vamos a hacer una escalera, y después ¡terremoto!", recordando actividades que hemos hecho anteriormente, como por ejemplo las que os conté AQUÍ. Pero les dije que esta vez lo íbamos a hacer de otra manera. En otras ocasiones lo hemos hecho ordenando cantidades del 1 al 10, o encadenando cantidades vecinas (empezamos por ejemplo por el 5 y vamos buscando la que va antes y la que va después). Pero en esta ocasión lo hicimos intercalando las distintas cantidades. El proceso es el siguiente: de entre todas las torres de números, seleccioné tres (el 3, el 5 y el 8) y les pedí que las ordenaran de menor a mayor. Conforme iban diciendo cuál había que poner, iban respondiendo a la pregunta "¿cuántos tiene más?" para comparar las cantidades. A continuación, por turnos, tenían que coger cualquiera de las torres restantes, decirnos dónde creían que había que ponerla en la escalera, y finalmente colocarla para comprobar si era su sitio correcto.
Primero cuento cuántos policubos tiene...
... y después busco su hueco para intercalarlo.
Poco a poco, conseguimos intercalarlos todos hasta tener la "escalera" formada.
Y a continuación, ya sí jugamos al ¡¡terremoto!! que tanto les gusta (en el enlace que he puesto antes está la explicación de la actividad). Pero como cada vez encuentran más rápidamente el "escalón" que se ha caído tras el terremoto, esta vez lo hicimos un poco más difícil: quitando más de un escalón a la vez. Así necesitan fijarse bien en las cantidades... ¿sois capaces de ver en las siguientes imágenes qué números faltan?

Como veis, el cuento "1, 2, 3, ¡a contar cacas!" ha dado mucho juego en clase, y ha sido muy divertido trabajar con este tema tan escatológico que tanta gracia hace a los niños/as. ¡Espero que os haya gustado tanto como a nosotros!

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