Otra de las sesiones de CREARTE que hemos realizado este trimestre, dentro del Proyecto de Habilidades no Cognitivas en el que estamos participando (puedes ver las anteriores entradas pinchando AQUÍ), llevaba por título "Bailando con Flama y cía". Las sesiones de Crearte consisten en talleres de arte, con la finalidad de desarrollar las habilidades no cognitivas de los niños/as. En esta ocasión, la sesión estaba relacionada nuevamente con la música, y los objetivos que se pretendían con ella eran "reconocer e identificar las diferentes músicas asociadas a cada personaje, para bailar en el momento preciso" y "desarrollar la atención sostenida y el control inhibitorio". Estas dos funciones ejecutivas son fundamentales para este tipo de actividades: hay que estar atento para bailar cuando te toca, y hay que controlar el impulso para no bailar cuando no te toca.
El desarrollo del juego es sencillo: hacemos tantos grupos como personajes (Flama, Moni, Nequi y Lulo), a cada personaje le asociamos una canción, y los niños/as tienen que bailar libremente cuando suena la música del personaje que se le ha asignado a su grupo.
Nos colocamos en un corro y en un primer momento, todo hacen todo, es decir, escuchamos las músicas que asociamos a cada personaje y bailamos libremente. Para que relacionen cada música con su personaje correspondiente, les di algunas pistas basándome en las características de cada personaje. Las músicas eran:
- Highway to hell (AC/DC). Se lo asociamos a FLAMA (león) porque es una música con mucha fuerza.
- Maria Caipirinha (Carlinhos Brown). Se lo asociamos a MONI (mono), pues es una música movida y nerviosa, con la que no puedes quedarte quieto.
- Over the rainbow (Israel Kamakawiwo´ole). Se la asociamos a NEQUI (jirafa) porque es una música tranquila.
- Hijo de la luna (Mecano). Se la asociamos a LULO (búho) porque también es tranquila, muy calmada, que apenas hay que moverse para bailarla.
Después de haberlas escuchado y asociado a cada personaje, ayudándonos también de las imágenes de cada personaje cuando sonaba su música, pasamos a realizar el juego. Como he explicado anteriormente, s
olo tenían que intervenir, bailando libremente, cuando escucharan la música de su personaje. Cuando su fragmento termina, se debían situar en el corro de nuevo. Lo hicimos dos veces, cambiando los personajes asignados a cada grupo. Os enseño en un vídeo un resumen del desarrollo de la actividad (pincha AQUÍ para verlo).
Fue una actividad muy divertida, en la que la mayor dificultad para algunos fue quedarse quieto cuando sonaba una música que le gustaba pero no era la de su grupo. Y como habéis podido ver en los vídeos, también les costó discriminar las músicas lentas de las rápidas entre sí.
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