Dentro de la Unidad Didáctica que tiene como centro de interés "El invierno", ayer estuvimos hablando sobre el frío, y los niños/as dijeron que una cosa que está muy fría es el hielo.
¿Y qué es el hielo? les pregunté. Algunos dijeron que el hielo es eso, hielo. Pero, ¿cómo podemos conseguir hielo? Pues congelando el agua, dijeron después de mucho pensar. ¿Y cómo podemos congelar el agua? No sabían qué contestar, hasta que alguien dijo que "poniéndola en el frigorífico". Aclaramos entonces que es en el congelador donde hay que poner el agua para que se convierta en hielo, porque hace falta mucho frío para que eso pase.
Y entonces, se me ocurrió preguntarles: ¿el hielo sirve para pintar?. Dijeron rápidamente que no, porque no tiene color. Pero... ¿y si le echamos color? ¿Hacemos un experimento a ver si se puede? ¡Y eso fue lo que hicimos!
Os enseño primero el resultado, y si queréis saber cómo conseguimos hacerlo, seguid leyendo...
Primero, llenamos unos vasitos de plástico con agua que ellos mismos echaron de una jarra (querían que la echara yo porque decían que se les iba a caer, pero es que si se cae... no pasa nada, lo secamos y ya está). Después les echamos un chorrito de témpera de color, y removimos con un palito (que dejamos dentro).
Y a continuación, lo llevamos al congelador del frigorífico de la sala de profesores andando con cuidado de que no se nos caiga (un poco sí se nos cayó, pero no pasa nada...).
Y ahí lo dejamos, porque para que se convierta en hielo hace falta tiempo... Antes de irnos a casa nos asomamos a ver si ya se habían convertido en hielo, pero vimos que todavía no, y teníamos que esperar al día siguiente.
Al sacar la jarra para echar el agua encontré unos cuentagotas que tenía guardados, y al volver del congelador me preguntaron para qué servía eso. Les expliqué que servían para contar gotas, y preguntaron ¿nos sirven para pintar? ¡Pues lo podemos intentar!
Cogimos una paleta, echaron agua con la jarra (como antes con los vasos, pero con más cuidado porque ahora cabe muy poquita... ¡se no mojó toda la mesa!) y echamos un poco de témpera en cada hueco. Removemos, ¡y listo! ¡Pintura de agua!
Estuvieron practicando cómo funciona un cuentagotas, lo que les viene genial para la motricidad fina, ya que tienen que apretar la goma, meter la punta en el líquido, y soltar la goma para que el líquido suba. Y después hay que apretar flojito sobre el papel para que salgan las gotas de una en una al tiempo que las contamos (practicamos así también el conteo). Ellos mismos iban controlando la presión sobre la goma para que no saliera todo el líquido de golpe.
Esta actividad les gustó mucho, no querían parar de pintar gotas de agua de colores, pero después de un rato... ¡el papel estaba tan mojado que se rompió!
Hoy hemos ido de nuevo a la sala de profesores a ver qué había pasado con los vasitos de agua de colores que habíamos dejado ayer en el congelador... ¡ya estaban congelados! Tanto que no podíamos sacar el hielo del vasito, así que los hemos tenido un ratito entre las manos para que se derritieran un poco. ¡Qué fríos estaban los vasos!
Después de un rato, por fin hemos conseguido sacarlos sujetando por el palito que habíamos dejado dentro, ¡qué caras de ilusión han puesto al ver el hielo de colores!
Por fin había llegado el momento de descubrir si podemos pintar con hielo, así que hemos puesto en el suelo una tira de papel, cada uno ha ido cogiendo los hielos sujetando del palito para no tocarlos, ¡y a pintar! Tanto les ha gustado, que hemos tenido que poner otra tira de papel para pintar más.Poco a poco nos hemos dado cuenta de que si dejábamos un poco el hielo levantado, caían gotitas de agua. De este modo, han experimentado de primera mano cómo el hielo se derrite cuando se calienta.
Y al igual que descubrieron ayer con los cuentagotas, cuando han intentado levantar su obra de arte se han dado cuenta de que el agua moja el papel... y se rompe.¿Y el suelo? ¡Seño, está todo sucio! No pasa nada, lo fregamos y ya está.
¿Y qué hacemos con los hielos? Pues los hemos dejado en una cajita para esperar a que se derritan del todo, y volver a pintar con los cuentagotas, como hicimos ayer. Pero es que hoy hacía mucho frío, y así estaban todavía cuando nos hemos ido a casa... ¿Se habrán derretido mañana? ¡Seguro que entrarán directos a la caja para comprobarlo!
Para los que estáis en casa estos días, esta es una actividad que podéis poner en práctica en familia (en vez de témperas podéis usar colorante alimenticio). Veréis que es muy divertida y disfrutan mucho viendo cómo ellos solos son capaces de echar el agua (controlando cantidades), remover la pintura (controlando que no se salga), llevarlo al congelador (controlando que no se caiga), y pintando tanto con los cuentagotas como con el hielo. Aunque luego no les haga mucha gracia ver que su dibujo se rompe de lo mucho que se ha mojado... pero eso también es un aprendizaje 😉
GRACIAS POPR COMPARTIR LAS EXPERIENCIAS MUY BUENA IDEA
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