LOS NÚMEROS EN NUESTRO CUERPO

Dentro del Proyecto del Cuerpo Humano que hemos realizado en clase este segundo trimestre (y que pronto os contaré en una entrada), una de las cosas que hemos hecho ha sido plantear la siguiente pregunta: ¿tenemos números en nuestro cuerpo?.

Primero dijeron que no, pero enseguida empezaron a contar partes del cuerpo: tenemos 2 ojos, 1 nariz, 2 manos, 10 dedos en las manos, etc. Esto nos llevó a plantear la resolución de un problema: "si tenemos 10 dedos en las manos y 10 dedos en los pies, ¿cuántos dedos tenemos en total en nuestro cuerpo?" A lo que rápidamente respondieron que 20 (con tanto trabajar con decenas, 10+10 ya lo tienen dominado, jeje).

Les planteé otra pregunta: ¿por qué el cuello de las jirafas es más largo que el de las personas? ¿Será porque tienen más huesos que nosotros? Casi todos dijeron que sí, pero no es así: las jirafas y las personas tenemos el mismo número de huesos en el cuello, pero los de las jirafas son más largos. ¿Y las piernas de un adulto y de un niño, por ejemplo? ¿Por qué las de un adulto son más largas? Pues porque sus huesos han crecido más. Y es que como hemos aprendido en este proyecto, el esqueleto sirve para dar forma al cuerpo, y cuando nos vamos haciendo mayores nuestros huesos crecen y se van haciendo más largos.

Por tanto, hablamos de que en nuestro cuerpo tenemos algunos números que son iguales para todos, como el número de huesos que tenemos, pero que hay unos números que son diferentes en cada persona: nuestras medidas. Les propuse averiguar cuáles son las medidas de cada uno/a, lo que les hizo mucha ilusión. Así que aprovechamos el medidor que hay en el pasillo del pabellón de Infantil, y yo me llevé a clase el peso de mi casa. Por turnos se fueron midiendo y pesando con la ayuda de la seño Cristina (nuestra seño de prácticas), y ellos mismos escribieron en una tabla sus propias medidas. Aprendimos que para medirnos bien tenemos que poner los pies pegados a la pared y la espalda recta. Anotamos también otra medida: el número de pie (así aprendieron a buscar dónde lo pone en sus zapatos). 

Ellos mismos pudieron hacer comparaciones con sus medidas: quién mide más, quién mide menos, quién pesa más, quién pesa menos... 

Esta actividad nos ayudó a conocer cómo nombrar números más altos que el 100, pues ellos mismos se dieron cuenta al escucharnos decir sus medidas que es igual que los que ya saben contar, pero diciendo "ciento" delante.

En los días siguientes, realizaron una ficha en la que cada uno buscó sus medidas en la tabla y las copió en el lugar correspondiente (practicando así la búsqueda de datos en tablas de doble entrada), además de dibujarse a sí mismos:

También hicimos una ficha-inventario con algunos de los huesos del cuerpo que hemos conocido, lo que nos sirvió para practicar el conteo con la ayuda de "Huesitos":

¿Cuántas falanges hay en cada mano?

En esta actividad han demostrado que su competencia matemática va por buen camino, pues después de contar que en un lado tenemos 12 costillas, varios llegaron sin ayuda a la conclusión de que juntando los dos lados hay 24, y daban la siguiente explicación: "si hay 12 en un lado y 12 en el otro, si lo juntamos tenemos doce más doce, y eso es 10+2+10+2. Entonces, como 10+10 son 20, y 2+2 son 4, todo junto son 24". Y yo me quedo con la boca abierta, porque me recuerda algo que escuché decir una vez "uno de los momentos más gratificantes de un maestro es cuando los alumnos te enseñan que han aprendido de ti cosas que tú no eras consciente de que les habías enseñado". 

Estas actividades les han gustado mucho porque les han hecho sentirse protagonistas. Además, nos han servido para practicar los números de un modo funcional, y para seguir aprendiendo que los números... ¡están en todas partes!