17 de mayo de 2017

PROYECTO DE HABILIDADES NO COGNITIVAS - CREARTE (8): "LO TENGO EN MIS MANOS"

Esta nueva sesión de CREARTE, dentro del Proyecto de Habilidades no Cognitivas en el que estamos participando (puedes ver las anteriores entradas pinchando AQUÍ), llevaba por título "Lo tengo en mis manos". Las sesiones de Crearte consisten en talleres de arte, con la finalidad de desarrollar las habilidades no cognitivas de los niños/as. En esta ocasión, la sesión estaba relacionada con la plástica, y el objetivo que se pretendía con ella era ejercitar la función ejecutiva de control inhibitorio.

En grupos de cinco personas decoraron siluetas de manos, teniendo cada uno asignado un dedo de la mano en particularDe manera rotativa, cada mano fue pasando por los cinco compañeros y cada uno decoró su dedo como quiso. El tiempo para decorar cada dedo fue de 3 minutos. Cuando ya teníamos las manos terminadas, nos reunimos de nuevo en la asamblea poniendo todas las manos en el suelo para ver cómo habían quedado. Comentamos entonces cómo se había desarrollado la actividad: si habíamos tenido tiempo suficiente para decorar cada uno su dedo, qué habían hecho los que acababan antes de que terminara el tiempo, si alguien había pintado algún dedo que no fuera el que le correspondía, qué habían hecho para solucionarlo, etc.
Destacamos el hecho de que si uno termina de decorar su dedo y sigue pintando en otro, entonces después el compañero que tiene asignado ese otro dedo no podrá participar en la actividad. Comparamos esta situación con lo que pasaría si tenemos una tarta y la partimos en 20 porciones para que todos puedan comer, si uno de ellos se come 2 trozos, entonces algún compañero se quedará sin poder comer tarta. O si tenemos una bolsa con 20 golosinas y la vamos pasando para que cada uno coja una, si alguien decide comerse 5 golosinas "porque le apetece tomarse más de una", entonces habrá 4 compañeros que no se podrán comer ninguna. En esto consiste la función ejecutiva del "control inhibitorio": la capacidad de controlar el impulso y razonar por qué debo frenar mi conducta, es decir, ser capaz de parar de actuar en el momento oportuno (dejar de pintar cuando hemos terminado nuestro dedo, en este caso).

En la siguiente sesión, la seño trajo las manos recortadas, y entre todos decidimos que íbamos a hacer un mural con ellas. Pensaron qué forma podríamos formar con ellas, y los que tuvieron alguna idea salieron a hacerla. Así, hicieron un sol, una flor, una nube, una luna (llena), una mariposa y una carita contenta:
Realizamos una votación para elegir la forma que más les gustaba, y tras un empate, ganó por mayoría la figura del sol. Así que, entre todos diseñamos nuestro sol de manos, y lo tenemos expuesto en un panel de la clase.

Actividades como esta les ayuda a darse cuenta de que no están solos en el mundo, a pensar poco a poco en los demás, y respetar el espacio de cada uno/a. Además de a controlar sus impulsos, y saber cuándo hay que dejar de actuar.

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