Continuando con el Proyecto de Habilidades no Cognitivas
en el que estamos participando (puedes ver las entradas publicadas pinchando AQUÍ), una de las actividades que realizamos es la de hacer cumplidos al ayudante de Flama al comienzo de cada sesión. El objetivo es el de mostrar a los niños/as la importancia de hacer y recibir
cumplidos y de agradecer los cumplidos, alabanzas o halagos que reciben.
Hemos explicado en clase que un cumplido o halago es algo
bueno que decimos sobre alguien y que a esa persona le hace sentir bien por
dentro, y que cuando te hacen un cumplido tienes que decir “gracias” a la
persona que te lo ha hecho, para que también se sienta bien.
Hemos destacado que la clave es que los halagos no
resalten lo que somos, sino lo que hacemos. Por ejemplo: no halagamos que el
niño/a sea guapo, sino que hoy está muy guapo; no halagamos que sea inteligente
o listo, sino que se haya esforzado en una tarea, que progrese, etc.
Cada vez que realizamos una sesión del proyecto,
dedicamos los primeros minutos a hacer cumplidos al ayudante
de Flama, recordando que tienen que ser cosas buenas y que el ayudante
tiene que responder dando las gracias. Para elegir qué niño/a hace el cumplido en cada momento, usamos la caja con las fotos, de la que sacamos una para que la elección sea al azar. A continuación, la maestra escribe en
una ficha la “Lista de cumplidos de la clase” con los halagos que le hemos
hecho entre todos. Al final de semana, se lleva a casa en la carpeta de los deberes su lista de cumplidos, y es entonces vuestro turno para continuar la lista haciéndole
cumplidos que le hagan sentirse bien, y escribirlos en la ficha.
Cuando os llegue a casa la lista de cumplidos de vuestro/a hijo/a, no olvidéis
que es muy importante que los cumplidos se refieran no a cómo es, sino a cómo
está hoy, a cosas que ha hecho bien, cosas en las que se ha esforzado, etc. ¡Y
que no olvide daros las gracias! Después, puede decorar el marco de la ficha, para que quede muy bonita.
Algunos traen después la lista a clase, y los leemos para que toda la clase escuche sus cumplidos de casa. Después se la vuelve a llevar a casa, porque es un bonito recuerdo.
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