En entradas anteriores os he resumido los niveles de adquisición de la cadena numérica por los que van pasando los niños/as de la clase, y algunas actividades de las que realizamos en clase para reforzar este aprendizaje (recta numérica de suelo, nos numeramos, dictado de números, retrocuenta, saltos en la cadena... Pincha en el nombre de la actividad para ver su correspondiente entrada del blog).
En las primeras sesiones de lógico-matemática de este segundo trimestre hemos dado un pasito más allá del simple recitado de la serie numérica, y hemos realizado actividades de ordenar e intercalar números en la serie del 1 al 10. Con estas actividades construimos nosotros mismos la serie, la rompemos, la volvemos a construir, tanto hacia delante como hacia atrás.
En una primera actividad, usando como base una recta numérica pequeña, cada niño/a formó una torre de policubos con el número que le correspondía, y fuimos colocando cada torre debajo de su número. Se dieron cuenta enseguida que nos estaba saliendo una escalera.
Juntamos las torres entre sí para tener bien formada la escalera, y buscamos a alguien que pudiera subirla y bajarla: un pequeño policía. Con su ayuda fuimos contando cuántos escalones tenía que subir para pasar de un número a otro, y vimos que cada escalón tenía 1 policubo más que el anterior. Lo mismo para bajar, cada escalón tiene 1 policubo menos que el de arriba.
Cuando el policía había subido y bajado varias veces la escalera, entonces les propuse un juego: ellos cierran los ojos, yo quito un escalón y lo escondo, y tienen que adivinar cuál he quitado. Hicimos este juego varias veces, primero quitando uno de los 5 primeros (más sencillo de ver) y después quitando uno de los 5 últimos (más complicado). Les costó un poquito, pero algunos sí se dieron cuenta de que algo raro pasaba, que había un sitio donde al pasar de un escalón a otro no había un policubo sino dos. Este juego de intercalar conjuntos lo repetiremos más adelante, para comprobar sus progresos.
¿Adivináis cuál he quitado? |
A continuación jugamos a lo que más les gusta hacer con estos cubos: una torre. Este juego es perfecto para practicar la retrocuenta, pues si no colocan el cubo correcto, la torre no sale bien porque se cuelan unos dentro de otros. Poco a poco fueron colocando los cubos, con cuidado de que no se cayeran, y cuando estaba la torre terminada... ¡la destruyeron! Es su momento preferido.
Este juego trabaja la retrocuenta también cuando lo recogemos, porque hay que meter un cubo dentro de otro en el orden correcto:
Este tipo de juegos son necesarios para que no sólo sean capaces de recitar la serie numérica, sino que la dominen en todos los sentidos. También juegos de adivina qué vecino falta, como os cuento en ESTA entrada.
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