El objetivo principal de estas actividades es "fomentar la búsqueda de estrategias por parte del alumnado para la enumeración de colecciones".
Enumerar una colección consiste en pasar por todos los elementos de la misma sin repetir ninguno. La capacidad de contar sin errores un conjunto de objetos depende en gran medida de las estrategias desarrolladas para enumerarlo correctamente. Esta capacidad se suele trabajar únicamente ligada a ejercicios de conteo (cuántos hemos venido a clase, por ejemplo) o ejercicios de formación de colecciones de objetos de un número determinado (dame 3 lápices, por ejemplo). Pero para aprender a hacer estas actividades correctamente, se hace necesario realizar actividades en las que se planteen problemas que los niñ@s deban resolver poniendo en juego sus propias estrategias.
Después de esta explicación tan teórica, os presento cuáles fueron las actividades que realizamos, con algunas fotos para que se entiendan mejor:
1. Contar
el cuento “Ricitos de oro”.
2. Con
los osos contadores, decidir entre todos con qué color vamos a jugar, y pedirles que elijan
a papá – mamá – osito (deben explicar por qué eligen esos, usando las palabras grande – mediano – pequeño).
3. Pedirles
que los ordenen poniéndolos en una fila, y expliquen por qué los ordenan así (del más pequeño al más grande, o del más grande al más pequeño).
Algunos llegaron a la conclusión de que para que estuvieran en orden, su cabezas debían formar una escalera:
4. Cuando
los tenemos ordenados en una fila, preguntar ¿cómo podemos saber cuántos hay? (siempre hacemos esta pregunta antes de una actividad de conteo, para que se den cuenta de que para
saber cuántos hay, debemos CONTAR, y vean así que contar sirve para algo, no es simplemente decir números).
Es importante mostrarles cómo se hace: tenemos que tocar
un oso cada vez que decimos un número, y hay que decir los números correctos: 1
– 2 – 3.
Preguntar
¿cómo podemos saber si lo hemos hecho
bien? Volvemos a contarlos varias veces, haciendo hincapié en que hay que tocar las cabezas una y solo una vez, y con cada cabeza digo un solo número. Y ponemos énfasis en que la respuesta a la pregunta ¿cuántos hay? es el último número que hemos dicho al contar (hasta que no tienen concepto de cantidad, suelen volver a contar cuando se les hace esta pregunta).
5. Coger
un recipiente donde hayamos preparado formas numicon del 1. Imaginamos que son platos de comida, y les digo que debemos darle un plato a cada oso. Les pido que cojan tantas formas como osos hemos contado. Les pregunto ¿cómo podemos saber cuántas
tenemos que coger?
Los niñ@s usaron dos estrategias: o recordar que tenemos 3 osos, contar 3 formas y después
darle una a cada oso para comprobar que no nos faltan ni nos sobran, o ir
cogiendo las formas y dándoselas a los osos de 1 en 1, sin contar.
6. Mostrar
todas las formas numicon (una de cada) y pedirles que busquen la forma que
representa los osos que han contado.
Para que tuviera sentido para ellos, lo planteé del siguiente modo: si las formas numicon fueran autobuses,
¿cuál sería el autobús de la familia oso (sin que falte ni sobre ningún
asiento)?
En esta actividad, siguieron varias estrategias: algunos la eligieron de modo visual, otros contaron los agujeros de las formas para encontrar la que
tiene 3 agujeros (algunos, metiendo los dedos), y otros tuvieron que hacer
pruebas para encontrar cuál es la forma que buscábamos.
Cada uno comprueba que ha elegido la forma adecuada, ¿cómo podemos saberlo? Colocamos cada oso en uno de los agujeros de la forma numicon elegida, para comprobar si hay uno para cada uno, y no sobra ni falta ningún asiento.
Vemos al comprobar que ésta no puede ser, porque falta un asiento. |
Vemos al comprobar que ésta no puede ser, porque sobran asientos. |
¡Por fin la hemos encontrado! ¡Es la que tiene 3 agujeros, uno para cada oso! |
7. Guardamos los osos, y sacamos los cubos multilink. Pregunto: ¿cuántos cubos podrían viajar en la forma numicon en la que ha viajado
la familia de osos? ¿cómo podemos saberlo? (en todo momento, hago esa
pregunta para que tomen conciencia de que la forma de saberlo es contando).
Esta actividad es la contraria a la anterior: dada una forma, deben decidir cuántos cubos pueden montar sin que sobre ni falte ninguno.
8. Dar
a cada niño/a una forma numicon del 1, y pedirles que cojan los cubos multibase
que pueden montarse en ese autobús.
Hacer lo mismo con una
forma del 2 para cada uno/a. Cuando cada uno haya cogido 2 cubos, pedirles que
los unan para que sean iguales que la forma numicon.
Hacer lo mismo con una
forma del 3 para cada uno/a. Cuando ya los tienen, pedirles que unan los cubos para que sean iguales
que la forma numicon (algunos los unirán en fila, y poniéndolos encima de la
forma numicon del 3 les hago ver que no están puestos igual, y les pido que lo intenten otra vez hasta que ellos solos consigan unirlos de la misma forma).
Es importante dejar que cada uno descubra la solución por sí mismo, por mucho que tarde en hacerlo, pero no hay que darle la respuesta, sino dejarles que ellos sean los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.
9.
En el rincón de la casita, jugar a “los
camareros”: 3 niños representan a una familia que va a comer a un restaurante, y se sientan en la mesa. Los demás irán representando por
turnos al camarero, y entre todos pondrán la mesa, encargándose cada uno de
ellos de una cosa: uno pondrá los platos, otro los vasos, otro los cuchillos,
otro los tenedores, otro las cucharas, otro la comida…
Cada uno puede usar la
estrategia que quiera para hacerlo, pero les animo a que cuenten cuántos
objetos necesitan (contando a los comensales) y traigan exactamente los que
necesitan, para lo que deberán contarlos antes de traerlos. De este modo, van
descubriendo para qué sirve contar, y lo importante que es hacerlo de modo
correcto, o no podrán hacer bien la actividad (en este caso, se equivocarán al
poner la mesa).
Cabe destacar que en días posteriores, ellos mismos
reproducen estas actividades libremente cuando acuden al rincón de construcciones
(que es donde están los materiales de las actividades de la 2 a la 8) o al
rincón de la casita (que es donde están los materiales de la actividad 9), y ellos mismos inventan actividades parecidas en sus juegos, favoreciendo así la generalización de los aprendizajes.
Espero que os haya resultado interesante esta entrada, y os animo a que en casa realicéis juegos de conteo similares a las que os he descrito, de modo que poco a poco aprendan a contar enumerando de modo correcto.
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